PATY SÁNCHEZ

PATY SÁNCHEZ
ESC. GABRIELA MISTRAL

domingo, 22 de mayo de 2011

SESIÓN 4. PRODUCTO 7. NARRATIVA SOBRE LA DEFENSA DEL PUERTO DE VERACRUZ DURANTE LA INTERVENSIÓN FRANCESA LLAMADA LA GUERRA DE LOS PASTELES

Hace 173 años, nuestra nación atravesaba sus primeras décadas como país independiente y buscaba el restablecimiento de la economía, seguridad y el orden público por lo que en México se vivió una creciente  época de inestabilidad. España se resistía a la idea de perder el dominio de lo que un día fuera su colonia más productiva, mientras que Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia buscaban el más mínimo pretexto para  profanar lo que se estaba desarrollando como una de las puertas de entrada para el comercio internacional en América. Este deseo de conquista se ocultaba siempre bajo “las nobles intenciones de salvaguardar sus inversiones y los derechos de sus compatriotas en nuestro país”.
Tal fue el caso del ciudadano francés Remontel, dueño de un restaurante en  el pueblo de Tacubaya, quien exigía el pago de ¡sesenta mil pesos! por la repostería fina que los soldados de Santa Anna habían degustado en su establecimiento y por la cual no habían pagado, aprovechándose de los motines y disturbios que se vivían en ese momento. Bajo este marco surgieron muchas otras exigencias, por lo que el gobierno francés a través de su Ministro Antoine Louis Deffaudis envió un ultimátum al gobierno mexicano, en el cual se reclamaba ,con prepotencia, el pago de una suma total de ¡seiscientos mil pesos! Ante esta ridícula y estrafalaria petición, el gobierno mexicano decidió pasar desapercibido el aviso ya que ni siquiera contaba con los fondos necesarios para cubrir esta demanda, ni las futuras peticiones que a partir de ésta pudieran surgir.
A tal situación se sumó el fusilamiento de un bandido  francés, dándole  a Francia la escusa perfecta para impulsar la ya  predecible invasión. Para  1838 las fuerzas francesas  contaban con veintiséis navíos encallados en las costas de Antón Lizardo listos para  exigir mediante la fuerza de sus cañones lo que no habían conseguido  por medio del dialogo duro y altivo, cuando México se negó a arreglar un tratado de navegación y comercio y a  librar a los franceses de contribuciones  y  préstamos para la  guerra.
Cuando  el entonces   presidente Anastasio Bustamante se enteró, señaló -que no llegaría a ningún acuerdo mientras el gobierno francés no retirara sus tropas- alentando al pueblo mexicano a defender la soberanía de la nación de la soberbia de Francia-, quien ya había cesado  las relaciones con México y bloqueaba el puerto de Veracruz, paralizando sus actividades económicas. Fue en ese momento que la ciudad se convirtió  en  la escena principal de la primera intervención francesa, mejor conocida como “Guerra de los pasteles” la cual obtuvo su nombre gracias a la tan absurda petición del repostero francés Remontel.

Tal hecho provocó que países como Gran Bretaña se vieran  afectados en  su comercio por lo que las tropas inglesas anclaron en las costas de Veracruz con la intención de negociar la paz, amedrentando a Francia con la fuerza de su flota que se  manifestaba en once embarcaciones con ¡más de 370 cañones!
Ante tales circunstancias Francia accedió a las negociaciones firmando el 9 de marzo un tratado de paz en el que se estipulaba que: los franceses devolvían el castillo de San Juan Ulúa, mientras que México se comprometía a firmar un tratado de comercio, anular los préstamos forzosos y a pagar 600 mil pesos de indemnización.
Ambos países establecieron la paz y aunque México se comprometió a cubrir la deuda no pudo cumplir como lo exigían los franceses por lo que años más tarde se genero la segunda intervención francesa. Pero esa,  es  otra historia…


En honor a  la valentía y patriotismo con el que el Puerto defendio nuestra nación, aun cuando  los franceses nos superaban en número y municiones, es que se le otorgó el Titulo de Segunda Vez Heroica, econtrandose hoy en día en el centro de la ciudad un Obelisco en el cual se rinde homenaje a las cuatro batallas sufridas en el Puerto de Veracruz y en cual descansan los restos de algunos personajes que participaron en ellas.







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